domingo, 8 de abril de 2018

EN ESTOS TIEMPOS DE APOSTASÍA, NO DEBEMOS CALLAR

Santa Catalina de Siena exhortando a Gregorio XI regresar a Roma (Sebastiano Conca)
    
«Os pido que obréis de modo que el día en que la suprema Verdad os juzgue no tenga que deciros esta dura palabra: “Maldito seas, tú que no has dicho nada”. ¡Ah, basta de silencio!, clamad con cien mil lenguas. Yo veo que a fuerza de silencio, el mundo está podrido. La Esposa de Cristo ha perdido su color (cf. Lam. 4, 1), porque hay quien chupa su sangre, que es la sangre de Cristo, que, dada gratuitamente, es robada por la soberbia, negando el honor debido a Dios y dándoselo a sí mismo; y es robada por la simonía, vendiendo los dones y gracias que nos son dadas por gracia con el precio de la Sangre del Hijo de Dios».
  
Cartas de Santa Catalina de Siena (edición de Piero Misciattèlli). Marzocco, Florencia 1939. Carta XVI (a un Prelado)

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